¿ Estas a punto de pasar por una
operación critica? ¿Estas pasando por una enfermedad grave? ¿Dudas de la
grandeza de nuestro Señor Jesús?
¡ No temas nos dice el Señor, no
temas! “Cree en mi y sanarás”.
Entrégate totalmente a las manos del
Señor y pídele al espíritu Santo que te llene de ese calor de fe, grande y
fuerte como un roble, apacible y calida como el calor del sol. Esa fe que te cobija y te protege y te
da una gran certeza. Regresa a tu
fragilidad de infante, de cuando eras un pequeño ser en el vientre de tu madre,
regresa ahí al vientre que es compartido en su divinidad grandiosa y
extraordinaria con nuestra madre Maria.
Regresa a la posición fetal, eres pequeño ahora, eres frágil, dependes
del cuidado y de la alimentación de tu madre, pero estas en el lugar mas seguro
del mundo, el lugar perfecto diseñado por tu Padre Celestial. Eres tan pequeño
que cabes en la palma de la mano de Jesús, pero estas tan protegido porque
estas en el vientre celestial y divino de su misericordia, amor y
protección. Siéntete amado,
querido, protegido, nutrido y bendecido.
¿Tu operación esta por iniciar? Pausa un momento y habla con Dios. Dile que confías en EL, que lo amas,
que le agradeces tantas bendiciones que te ha dado en la vida y que confías en
que esto es solo una prueba mas para agrandar tu fe en EL y para que tu seas
testimonio de su grandeza. En este
momento, que no te de pena, antes de ser anestesiado, pídele al doctor que te
preste sus manos para que ores sobre ellas. En tu oración, pídele a Jesús que las guíe, sabes que el es
el doctor de doctores y por lo tanto todo va a salir bien. ¿Te confesaste,
recibiste los Santos Oleos, recibiste la eucaristía? Recuerda que estos tres sacramentos son esenciales para tu
purificación, para la sanación del alma y para la sanación del cuerpo. Invoca a los ángeles, al Espíritu Santo
y pide a los Santos y a tus
familiares que se han ido al cielo que intercedan por ti en este momento. No te sorprendas si los vez en este momento
tan critico, no temas, ellos están aquí para darte fuerza y paz.
Por ultimo, imita a las personas que San
Marcos y San Lucas (Marcos 5: 21-43 y Lucas 8: 49-56) narran en sus evangelios,
aquellas que lograron sanar por su tesón de buscar a Cristo para ser sanados o
buscar el alivio de un ser querido.
Las tres grandes características de estas personas fueron: buscarle insistentemente, no temer y
tener una gran fe, todos ellos realizaron un acto de entrega total con
Jesús. Antes de cerrar los ojos,
al estar a punto de dormir bajo los efectos de la anestesia, transpórtate a los
pasajes bíblicos donde predicaba Jesús.
Se parte de sus seguidores, de la muchedumbre, de aquellos que lo
buscaban porque querían saber mas de El y sobre todo aquellos que buscaban ser
sanados. ¡ Sigue a Jesús, anda! ¡ Lánzate entre la muchedumbre, lánzate y al
menos toca la punta de su manto Santo y divino! ¡ Lo tocaste! ¡ Aleluya!
Recuerda que como a la mujer que toco la punta de su manto, Jesús te va a
buscar entre la muchedumbre porque ha sentido que tocaste su manto y te va a
encontrar, de eso no tengas duda.
Cuando te mire a los ojos, regrésale la mirada y con gran amor y fe
muéstrale que no le temes, que estas listo para entregarte a sus brazos y ser
cobijado por su manto “¡ Eit,
tu! Si, tu, ¿has tocado mi manto? ¡No
te escondas! “¡Cree en mi, no
temas, tu fe te ha salvado!”
Repite estas palabras antes de dormir, de pasar por la operación, de someterte a un tratamiento difícil, de estar en un estado de gravedad: Jesús creo en ti, creo en ti, Maria cuídame y acógeme en tu vientre mientras paso por esto, protégeme, nútreme, dame tu calor de madre ahora que mas lo necesito. Intercede por mi ante tu hijo Jesús para que todo salga bien. Jesús creo en ti, no temo, creo en ti. Me entrego completamente a ti, estoy en la palma de tu mano, estoy aquí siguiéndote, aceptando tu voluntad para mi persona, con gran fe de que todo va salir bien y saldré triunfante y sanado/a de esta gran tribulación. Eres grande Señor Jesús, bendito seas por siempre, te amo y se que a tu lado, todo va a estar bien. Tu mas fiel seguidor, humano y frágil pero entregado a ti en cuerpo y alma. Amen.
Marianas de San Pablo,
Imitando a Maria, siguiendo a Jesús
Repite estas palabras antes de dormir, de pasar por la operación, de someterte a un tratamiento difícil, de estar en un estado de gravedad: Jesús creo en ti, creo en ti, Maria cuídame y acógeme en tu vientre mientras paso por esto, protégeme, nútreme, dame tu calor de madre ahora que mas lo necesito. Intercede por mi ante tu hijo Jesús para que todo salga bien. Jesús creo en ti, no temo, creo en ti. Me entrego completamente a ti, estoy en la palma de tu mano, estoy aquí siguiéndote, aceptando tu voluntad para mi persona, con gran fe de que todo va salir bien y saldré triunfante y sanado/a de esta gran tribulación. Eres grande Señor Jesús, bendito seas por siempre, te amo y se que a tu lado, todo va a estar bien. Tu mas fiel seguidor, humano y frágil pero entregado a ti en cuerpo y alma. Amen.
Marianas de San Pablo,
Imitando a Maria, siguiendo a Jesús
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